COPE
La actualidad económica en 'Herrera en COPE' con el profesor Gay de Liébana.
Cuando parece divisarse algo de claridad y la inflación se dispara, surge otra vez el debate sobre la política monetaria del BCE
Pese a que 2020 fue año aciago en términos económicos y financieros, y los esfuerzos realizados por el BCE se agradecen por parte de unos y de otros, ahora, cuando parece divisarse algo de claridad y la inflación se dispara, surge otra vez el debate sobre la política monetaria del BCE para que recorte su generoso programa de compra de bonos. Los “halcones”, con Alemania al frente, expresan su malestar en el sentido de que no es posible mantener las medidas de emergencia de política monetaria indefinidamente, dando a entender que en cuanto la crisis remita el BCE tiene que frenar sus intervenciones. Los holandeses, coincidentes con la sintonía germana, apuntan que, si la inflación y el crecimiento mejoran este año, habrá que reducir gradualmente los incentivos del BCE, poniendo fin, según lo previsto, en marzo de 2022.
El debate, pues, Don Carlos, se intensifica en el seno de la Europa del euro. Con los tipos de intereses en mínimos, los países “halcones”, también conocidos como frugales, cuyas cuentas públicas pese al impacto del virus, presentan fortalezas, están ya cansados de una política monetaria tan paternalista por parte del BCE hacia los países periféricos, los llamados “palomas” o “gaviotas”, cuyas finanzas públicas están descarriadas y rezuman vulnerabilidad. A la controversia se suma la escasa rentabilidad de la banca, forzada a recortes de costes y a inversiones de calado en transformación digital, y proclive a consolidaciones dentro del sector financiero ante las debilidades de su negocio tradicional. Y así las fusiones, Don Carlos, son, al menos en España, solución efectiva ante un horizonte de endeble recuperación económica, bajo crecimiento empresarial y laxa demanda crediticia