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Carlos Herrera  

 

COPE

La actualidad económica en 'Herrera en COPE' con el profesor Gay de Liébana. 

Más dinero digital equivale a más control de nuestras vidas, a menos libertad de movimientos, todo lo contrario que el dinero en efectivo

Ésta es la cuestión porque el dinero virtual va entrando en nuestras vidas y más cuando tocar metálico asusta por el riesgo de contagio del virus. Las tecnológicas, Don Carlos, toman posiciones con el dinero virtual y compañías y fondos negocian con bitcoins. Y aunque el dinero en efectivo no puede desaparecer, o al menos eso es lo que creemos y aseveran los bancos centrales, el dinero digital, que no las criptomonedas, llama a la puerta. La soberanía monetaria se adentra en otra dimensión, amenazada por criptomonedas y stablecoins. El BCE está por la labor de implantar el euro digital y cuanto antes, mejor. Y la Reserva Federal avanza con prisa hacia el dólar digital. Las iniciativas monetarias privadas suponen un riesgo para la estabilidad financiera. La hegemonía monetaria puede dirimirse entre el euro y el dólar digitales. Los billetes y la calderilla irán desapareciendo de nuestras vidas. Cada vez manejamos menos efectivo mientras el dinero invisible, que acuña gasto invisible, esos pequeños pagos mensuales de unos pocos euros que cada mes nos cargan en nuestras cuentas bancarias por disfrutar de determinados servicios ganan posiciones. El euro digital sí será un vehículo de inversión que contará con el respaldo y la garantía del BCE, como el dólar digital y la FED. Pero más dinero digital equivale a más control de nuestras vidas, a menos libertad de movimientos, todo lo contrario que el dinero en efectivo. Cruzamos el umbral de la era virtual, Don Carlos, y el dinero virtual prevalecerá.

Conviene ser cauteloso a la hora de invertir, sobre todo, en criptomonedas. Que una cosa es o será el dinero virtual, como el euro y dólar digitales y otra, distinta, jugársela con las criptomonedas, ¡abrazos virtuales, Don Carlos!