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Carlos Herrera  

 

COPE

La actualidad económica en 'Herrera en COPE' con el profesor Gay de Liébana. 

Aquí todo lo que suene a plan de recuperación equivale a que nos esquilmen a base de garrotazos fiscales

Aquí todo lo que suene a plan de recuperación equivale a que nos esquilmen a base de garrotazos fiscales de los que con razón se queja Josep Sánchez Libre, presidente de Fomento del Trabajo, porque eso, dice, de subir “impuestos con la que ha caído es una barbaridad y una ofensa”. Ponen el grito en el cielo los autónomos ante el latigazo que se les viene encima con una subida que tildan de confiscatoria. Y entre pitos y flautas de si la agenda 2030 o 2050, a España se le abre una nueva brecha económica con Marruecos y la situación en Ceuta. Y nuestra deuda pública, Don Carlos, sigue desmelenada pisando la cota de 1,4 billones de euros, 125% del PIB, y agita todavía más las revueltas aguas de nuestras erráticas cuentas públicas.

Por Cataluña hay gobierno, pero veremos lo que da de sí, sobre todo desde la perspectiva económica. Los empresarios y el tejido productivo demandan estabilidad política, dejarse de ramalazos unilateralistas, que la gestión del Govern sea eficaz, que se rebaje la asfixiante presión fiscal que estrangula a Cataluña y unas relaciones más fluidas entre los estamentos públicos y los privados. O se presta atención a la economía o Cataluña se apaga, Don Carlos.

E Italia, bajo la égida de Mario Draghi, se convierte en el paradigma de lo que tiene que ser la inversión de los fondos europeos. Mientras Vittorio Colao anuncia la simplificación de los trámites burocráticos mediante una plataforma digital nacional para los ciudadanos, Wall Street ensalza el plan de Draghi respecto a los fondos europeos, con inversiones efectivas para el crecimiento de la economía italiana, reformas estructurales de calado y transparencia; en suma, Don Carlos, todo lo que no se atisba en el plan de España para invertir el dinero europeo.