noticia
 
 
Carlos Herrera  

 

COPE

La actualidad económica en 'Herrera en COPE' con el profesor Gay de Liébana. 

De ese Plan, remitido a Bruselas, no cabe esperar nada bueno. Realmente, se trata de un plan de destrucción de la economía española

Desde luego, Don Carlos, la erudición de sabios y genios se queda corta al lado de las aportaciones prodigiosas que hacen las privilegiadas mentes paridoras de ese torpedo que lleva por rimbombante título: Plan de Reconstrucción, Resiliencia y Transformación. De ese Plan, remitido a Bruselas, no cabe esperar nada bueno y los versículos que nos sueltan son desalentadores. Realmente, Don Carlos, se trata de un plan de destrucción de la economía española, con subidas de impuestos épicas y fuera de contexto que lastrarán el devenir económico, succionando recursos del castigado sector privado para dar de mamar a las clases políticas y estatales extractivas, y azotando con tasas, gravámenes, cargas y toda suerte de peajes a la maltrecha población española.

De paso, esas cabezas pensantes procreadoras del perverso plan de destrucción de la economía española arremeten sin piedad contra un sector clave como es el de la automoción con la fiscalidad del diésel, más impuesto de circulación, de gases fluorados, y estableciendo peajes en todo tipo de vías y carreteras, con lo que además se castiga al transporte, a empresas, autónomos y ciudadanos. Y, cómo no, además de subir impuestos como sociedades y renta, Madrid constituye la diana para lanzar la cruzada de la armonización fiscal autonómica, quebrando el espíritu de la tributación autonómica y fastidiar a todo hijo de vecino. En fin, Don Carlos, que el objetivo del plan de destrucción es precisamente ése: destruir nuestra economía. Y con tanto peaje, gravamen y tasa para costear el derroche del gasto público, hay que preguntarse: ¿y para qué demonios sirven nuestros impuestos? El problema de España es el exuberante gasto público al que dan pábulo quienes rigen sin sensatez nuestro destino abocado al abismo