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Carlos Herrera  

 

COPE

La actualidad económica en 'Herrera en COPE' con el profesor Gay de Liébana.

El profesor analiza el futuro del teletrabajo

A estas alturas, hay que reconocer que el teletrabajo ha sido arma decisiva para no paralizar por completo la actividad económica. Obviamente, hay sectores en los que el teletrabajo ha sido factible y otros, debido al imprescindible contacto social, como en las “industrias sociales”, que en nuestro caso juegan un papel primordial en nuestra economía –turismo, hostelería, comercio, actividades lúdicas, ocio y un largo etcétera -, el teletrabajo apenas es posible.

Muchos afirmamos que el teletrabajo llegó a nuestras vidas para quedarse. Sin embargo, ahora, hay quien se cuestiona si teletrabajar es la solución definitiva. Éste es el caso de las grandes tecnológicas, alma máter del teletrabajo, que anuncian que en pocos meses todo el mundo volverá a sus habituales puestos de trabajo presencialmente y el teletrabajo será algo excepcional. Lo mismo sostienen las principales entidades financieras internacionales: la vuelta al trabajo presencial.

¿Por qué? Es evidente que teletrabajar nos aísla, impone barreras físicas entre nosotros, deja de integrar equipos, impide el necesario contacto social y la relación humana, y la cultura empresarial, las sinergias de trabajar codo con codo, la energía de los equipos de profesionales, el alma de la compañía, el espíritu empresarial, y la sociabilidad se erosiona. Al final, siempre necesitamos interactuar entre nosotros. No es lo mismo hablar a una pantalla que tomarse una copa, compartir comida con compañeros o las tertulias de retrete. La fluidez de las tormentas de ideas, de las creatividades, se excita estando físicamente juntos. El trato con clientes y proveedores es distinto a través de la pantalla y en modo online que de manera presencial. Así que ahora está por ver si aquello de que el teletrabajo ha llegado para quedarse, será o no será...