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Carlos Herrera  

 

COPE

La actualidad económica en 'Herrera en COPE' con el profesor Gay de Liébana.

Mal vamos cuando para muchos economistas la gran preocupación que tenemos en este momento es la situación política, casi por delante de la propia crisis y del paro

Mal vamos cuando para muchos economistas la gran preocupación que tenemos en este momento es la situación política, casi por delante de la propia crisis y de los tintes preocupantes que va tomando el paro. Los EREs, Don Carlos, se empiezan a disparar. En Valencia un gigante automovilístico como Ford anuncia despidos y eso acarrea consecuencias para sus proveedores. Empresas de diversos sectores están dimensionando sus estructuras y prescindiendo de efectivos. Las necesarias ayudas se han quedado en esos 7.000 millones de euros de auténtica tomadura de pelo. Lo del dinero de Europa para la reconstrucción está tan verde como que mi Espanyol o su Betis ganen la Champions este año. De exoneraciones fiscales y de cotizaciones sociales, nada de nada. Y la vacunación funciona a cámara excesivamente lenta. No obstante, todos confiamos en que durante los próximos meses veremos atisbos de pequeña recuperación y, ojalá, Don Carlos, al afrontar la recta final de 2021 veamos las cosas de otro color. De hecho, deseamos poder decir que lo más malo de estos meses queda atrás, pero, lamentablemente, hoy no se puede afirmar esto.

Vuelvo al comienzo, Don Carlos. Si economistas y, además, incluyo a empresarios, vemos que el desasosiego principal es la situación política y la falta de empatía de la clase política con el mundo real y empresarial, recuperarnos será mucho más difícil. Porque la economía, Don Carlos, no solo es cuestión de números, de sumas y de restas, sino también de desenvolverse en un marco de plena confianza, de estabilidad, de comprensión y hasta de estado de ánimo. Y el dinero del Estado y de Europa no solo tiene que servir para digitalizar y ecologizar este país; también para viabilizar a nuestras empresas que hoy están zozobrando. Así que menos política y más economía, Don Carlos