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Hoy Alberto Herrera nos trae algunos aspectos de la vida de Jamesetta Hawkins, mejor conocida como Etta James, que fue una cantante, pianista y guitarrista estadounidense, que conquistó el éxito cuando apenas era una niña gracias a su potente voz. A pesar de haber tenido una infancia difícil, y algunas adicciones a lo largo de su vida, eso no le impidió convertirse en una de las mejores cantantes de soul, jazz y R&B.
Y como ejemplo cuatro de sus grandes temas: "At last", "A Sunday kind of love", "I'd rather go blind" y "Miss you".
Etta James nació en Los Ángeles, el 25 de enero de 1938. Su infancia se vio marcada por la ausencia, debido a que nunca supo quién fue su padre. Sus inicios en el mundo de la música fueron gracias al género góspel en la iglesia a la cual solía asistir, y con sólo 5 años, ya se presentaba en programas de radio de la época.
Cuando era apenas una adolescente, decidió mudarse a la ciudad de San Francisco. Estando allí, formó una banda musical con dos amigas muy cercanas, y trabajó para Johnny Otis, quien en ese momento se encontraba en la cúspide de su carrera como director de orquesta.
En medio de su carrera musical, y cuando ésta se encontraba en la cima del éxito, Etta James se volvió adicta a diversas drogas. Esto representó un altibajo importante en su carrera, debido a que su voz ya no poseía la misma calidad.
También representó una etapa difícil en su vida personal, ya que la cantante perdió una gran cantidad de seguidores cuando este problema se filtró en los medios de comunicación. Sumado a esto, la artista también sufría de sobrepeso, ocasionando esto que se cansara mucho más rápido durante sus presentaciones.
A la edad de 70 años, la salud de la cantante comenzó a deteriorarse. En primer lugar fue diagnosticada con demencia senil, y más tarde, se le detectó leucemia.
Etta James falleció el 20 de enero de 2012, dejando un gran legado para la música.