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La barbarie del fascismo alemán, con Hitler al frente, es de sobra conocida. Pero la barbarie siempre se gesta con una idea, o con varias de ellas. Y las ideas se convierten en un pretexto.
Ese pretexto fue la Ahnenerbe: la «Sociedad para la Investigación y Enseñanza sobre la Herencia Ancestral Alemana», un departamento de las SS creado por Himmler, que sentó las bases del nazismo, y que además, tuvo influencia en España.
Como siempre, Eric Frattini, descubriendo cosas relevantes sobre la historia en sus libros. El último: “Los científicos de Hitler. Historia de La Ahnenerbe”, que habla de dos: hay una Anhnernerbe más inocente, la esotérica, y luego la que fue más peligrosa, como herramienta de la maquinaria nazi. Se justificaba como algo científico y de alguna manera dice Frattini que lo fue: “Hitler tenía que explicar por qué había que aniquilar a los que no eran como ellos”.
Lo peligroso es que sus mentores “grandes académicos, científicos, y arqueólogos degeneraron sus conocimientos para llevar a cabo esta acción”. Pocos fueron los académicos que no aceptaron unirse, y más cuando Himmler les advierte en un discurso de 1935 que debían elegir si querían estar con ellos o contra ellos. Después acabarían en EEUU o en la Unión Soviética. “Habían desarrollado estudios muy avanzados en cohetes, o trajes espaciales, y por eso se les perdonó y volvieron a Alemania”.
La Anhenerbe, «Sociedad de estudios para la historia antigua del espíritu», fue un departamento de las SS creado por Himmler con tres objetivos: investigar el alcance territorial y el espíritu de la raza germánica; rescatar y restituir las tradiciones alemanas y difundir la cultura tradicional alemana entre la población.
Eric Frattini explica en este libro qué fue la Anhenerbe, para qué se creó y cómo fue posible la justificación científica de un esoterismo consparanoico y racista en el que participaron mentes tan malvadas como inteligentes.