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Carlos Herrera  

 

COPE

La actualidad económica en 'Herrera en COPE' con el profesor Gay de Liébana.

¿Pueden deparar los intereses algún susto en 202? El problema aquí es que vamos demasiado sobrados de deuda

Tercer jueves de este mes de enero de 2021 que precisamente no pasará a la posteridad, Don Carlos, como mes de excelso recuerdo. Hoy, en Frankfurt, supongo que, de forma presencial, reunión, en teoría tranquila, del BCE y todo apunta a que proseguirá con su rumbo de navegación, fluyendo las facilidades monetarias y los programas de compra de deuda, en un entorno de políticas monetarias y fiscales condescendientes, salvo en España. La inflación está prácticamente desaparecida o, mejor dicho, muy a la baja, y eso anima al BCE a continuar con su generosidad para que los precios se reanimen. Algunos países, como la Alemania de Ángela Merkel, incluso han jugado la baza de reducir temporalmente el IVA para impulsar el consumo y dar vigor a la desanimada economía.

En España, en cambio, nada de bajadas de IVA y sí subidas impositivas que, al cabo, se traducen en aumentos de los precios, aparte del dichoso recibo de la luz. Y por Arabia, a principios de enero, se anunciaba que se recortaba, tal como están las cosas, la producción de petróleo en un millón de barriles al día. Si el petróleo cotiza al alza en las próximas semanas, los precios energéticos irán a más. Al margen de otras circunstancias, si más impuestos encarecen los precios de venta, la hoy desaparecida inflación podría resurgir. Suponiendo que febrero sea malo de solemnidad todavía por los contagios y que en marzo se atempere la pandemia, tal vez en el horizonte se divise algún ramalazo inflacionista más o menos sostenido. De ser así, el BCE tendrá que reajustar su laxa política monetaria y quizás reconsiderar los tipos de interés. Atentos, pues, a esos endeudamientos exagerados que hoy pacen sin tensiones y que, de repente, sufrirían sobresaltos. ¿Pueden deparar los intereses algún susto en 2021? No sé, Don Carlos, pero el problema aquí es que vamos demasiado sobrados de deuda… ¡Ojo ahí!