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Carlos Herrera  

 

COPE

La actualidad económica en 'Herrera en COPE' con el profesor Gay de Liébana.

La figura del dumping, o dumpin según la RAE, es una práctica comercial consistente en vender un producto por debajo de su precio normal, incluso a veces por debajo de su coste de producción, con la finalidad de ir eliminando empresas competidoras y apoderarse del mercado. Así, lo de Madrid y el dumping fiscal lleva a la sinécdoque de que todos los españoles queremos vivir en Madrid para pagar menos impuestos. Se acusa a Madrid de tener impuestos más bajos, a lo que cabría espetar: oiga, Comunidad tal, pues bajen sus impuestos, regalen ternura a sus ciudadanos, mimen a sus empresas, den ventajas tributarias y su economía ganará.

El dumping fiscal es cuestión de doble fondo: un territorio reduce sus impuestos si la estructura de su gasto público es ponderada y no peca de excesos. Vayamos a Irlanda, país siempre en la diana del dumping fiscal. En 2013 su PIB fue de 179.000 millones € y en 2019 lo ha doblado a 356.000 millones. Su estructura de impuestos es suave y sus facilidades operativas para los negocios, máximas, con paro del 5%. Por IRPF recauda algo menos que España: 7,1% del PIB (aquí, 7,8%). Por impuesto sobre sociedades, recauda, con tipos más bajos que aquí, el 3,2% del PIB frente al 2,5% de España. Las cotizaciones sociales representan el 4,2% del PIB; en España el 12,4%. Y un dato interesante: en 2013 Irlanda tenía una renta per cápita de 38.890€; hoy, 70.470€.

En España en 2013 la renta per cápita era de 22.518€; hoy, 26.430€. El gasto público en Irlanda, en 2019, fue el 24,5% del PIB. En España, en 2020, el gasto público será del 53% del PIB. Irlanda cierra cada año con superávit fiscal; España con déficit fiscal. Madrid tiene un gasto público del 11,5% sobre su PIB; Cataluña, del 14,4%. Menos gasto público, menos impuestos con los que apretar. Lo del dumping fiscal queda claro cuando el dinero público se gasta con mesura.