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Carlos Herrera  

 

COPE

La periodista, cuyo hijo padece epilepsia refractaria, califica de "vergonzosa" la Ley Celaá por querer asfixiar la educación especial que tantos niños necesitan

Pilar García de la Granja tiene dos hijos, María y Pepe. El niño, con casi cinco años, se despertó de un día para otro sin poder articular palabra. Pepe tiene el síndrome de Landau-Kleffner, una epilepsia refractaria. Debido a este problema, el hijo de Pilar tiene que acudir a un centro especial. Algo que el Gobierno quiere modificar a través de la Ley Celaá. La nueva ley educativa condena a la educación especial a la extinción y obligará a que los niños con discapacidad sean derivados a centros ordinarios sin atender la opinión de padres o profesionales.

En el programa "Herrera en COPE", en el que es tertuliana, Pilar García de la Granja se ha mostrado muy crítica con la Ley Celaá. "La Ley Celaá es la peor ley de Educación que ha existido nunca. Ya no sólo porque es moneda de cambio de unos Presupuestos, algo insólito. Lo es también porque es sectaria, discriminatoria y pretende hacer ingeniería social con los niños más vulnerables. Aquellos que sufren discapacidad intelectual. Pretenden convertirles en un elemento decorativo más del aula, como si fueran un libro o el globo terráqueo".

La periodista lamenta que algunas asociaciones que teóricamente les defienden hayan dado su bendición a esta ley educativa. "Las voluntades de algunas asociaciones se pueden comprar, pero no las de los padres que viven cada día con niños con una discapacidad intelectual", ha dicho.

Muy emocionada, Pilar García de la Granja ha defendido que existan todas las modalidades educativas con todos los recursos necesarios. "Un niño con discapacidad intelectual que vive en un pueblito tiene derecho a tener a todos los profesionales que necesita para que ese niño o niña puede crecer en un entorno seguro donde su educación sea lo primero y más importante. Tienen derecho a existir todas las educaciones y todas las modalidades educativas: La pública especial, la pública ordinaria, la concertada o la priavada", ha señalado.

Y ha lanzado una petición: "Los padres tenemos derecho a elegir. Claro que hay niños que pueden ir a la educación ordinaria. ¡Qué más quiere un padre que una madre que su hijo vaya a educación ordinaria! No siempre es posible y por eso tienen derecho estos niños a que el Estado, que somos todos, financie la educación que cada niño necesita. Stop a la Ley Celaá. Es una vergüenza", ha concluido.