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Carlos Herrera  

 

COPE

La actualidad económica en 'Herrera en COPE' con el profesor Gay de Liébana.

Mientras que el FMI nos lee la cartilla con advertencias rigurosas para la economía española bastante coincidentes con las que barruntamos, hasta 2025 nada volverá a ser como antes

Mientras que el FMI nos lee la cartilla con advertencias rigurosas para la economía española bastante coincidentes con las que barruntamos, o sea, que hasta 2025 nada volverá a ser igual, por lo que nos queda un largo y duro trecho por delante; mientras que el FMI pone los puntos sobre las íes, acá, Don Carlos, haciendo oídos sordos se propone elevar el salario mínimo en 2021 hasta los 1.000 euros y subir impuestos – IVA, medioambientales, diésel y otros- castigando a las clases medias y trabajadoras en clara contradicción con el vademécum al que ceñirse. Una de dos: o se pasa frívolamente de la gravedad de la situación que vive España, con cientos de miles de empresas y puestos de trabajo en riesgo de destrucción, o se pretende acabar con el sector privado y nuestra economía, Don Carlos. No es de recibo subir el salario mínimo, cuando el paro no se va a recuperar a los niveles de antes de la pandemia hasta dentro de 5 años y el empleo está contra las cuerdas.

La recuperación de nuestra economía será muy prolongada y el camino abrupto y empinado. La caída del PIB de 2020 puede ser peor si la segunda ola de la pandemia nos impide remontar el vuelo en 2021. El FMI señala que hasta 2023 la economía real no volverá al nivel prepandemia. Y si continúa el descontrol de los rebrotes, nos vamos a 2025 para lograr la recuperación. Si no se actúa comme il faut corremos el riesgo de que la hoy decadente economía española quede estancada en 2021 y, por ende, de crecimiento, nada en 2021. Calcula el FMI que el 37% de las empresas españolas puede sufrir problemas de solvencia. Torpedo para la banca, déficit público en coma y deuda pública en máxima tensión con un aumento del 40% del PIB en los próximos 5 años. Al entrar en la pandemia con desigualdades de ingresos, el riesgo de pobreza se acentúa. Y ojo con las pensiones, Don Carlos…