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Carlos Herrera  

 

COPE

La actualidad económica en 'Herrera en COPE' con el profesor Gay de Liébana.

Si no hay actividad es imposible que nuestros empresarios y autónomos puedan hacer frente a tanta carga tributaria y de seguridad social

Habrá que poner mucha más madera, echar el resto y todo lo que sea menester, no ya para evitar el naufragio sino la deriva de varios sectores de nuestra economía, Don Carlos. No basta con créditos y avales del ICO a devolver en breve, porque nadie en el plano empresarial está en condiciones de hacerlo. Ni tampoco se trata de alardear de moratorias concedidas para el pago de los impuestos y cotizaciones sociales: si no hay actividad es imposible que nuestros empresarios y autónomos puedan hacer frente a tanta carga tributaria y de seguridad social. Hasta ahora, seamos sinceros, Don Carlos, el esfuerzo acometido por nuestro Gobierno y los gobiernos autonómicos ha sido una birria en pro de amortiguar el castañazo que se está pegando la economía española. La hostelería, la restauración, no es que estén indignados, con toda la razón del mundo, sino que se cuadran y se plantan ante las autoridades, con el grito de basta ya ante esa masacre.

En Barcelona, en Toledo, en España, los ánimos se caldean entre autónomos y empresarios. Las heridas de esta crisis sanitaria y económica son en muchos casos mortales. Hasta la fecha, 65.000 negocios hosteleros han cerrado, 350.000 puestos de trabajo se han perdido. A fin de año, serían 100.000 los establecimientos que bajen la persiana y sobre un millón de personas sin empleo. El comercio está a punto de subirse a esa ola de indignación ante la devastación que está sufriendo. Hay que poner dinero directamente por parte del Estado en los sectores más comprometidos, prolongar ERTEs, exonerar de impuestos a los que sufren y preparar el futuro, que si hay destrucción no habrá reconstrucción. A todo eso, en el Congreso, creo, Don Carlos, que siguen a su bola: hablando de los presupuestos progresistas. ¡Por favor, hay que pisar la calle y empaparse de los tintes dantescos de nuestra economía!