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Carlos Herrera  

 

COPE

La actualidad económica en 'Herrera en COPE' con el profesor Gay de Liébana.

El profesor José María Gay de Liébana analiza en 'Herrera en COPE’ las claves económicas del día.

Hay un universo repleto de galaxias ahí arriba, Don Carlos, y acá un mundo muy terrenal. El universo, dicen, tiene sus secretos más oscuros, con la formación de agujeros negros, horizonte al que hay que acercarse para seguir descubriendo. Precisamente, por sus trabajos al respecto el inglés Penrose, el alemán Genzel y la estadounidense Andrea Ghez han obtenido el premio Nobel de Física. Pues algo de eso, Don Carlos, de galaxias, agujeros negros y puntos recónditos debe haber en los presupuestos que ya tienen luz verde para discutirse en el Congreso. Ahora solo falta un pequeño detalle: que se aprueben. Pequeño pero gran detalle porque en broma en broma llevamos años prorrogando añejos presupuestos.

Los de 2021 son presupuestos progresistas, para atraer votos, con el gasto viajando a las galaxias. No sé si sus redactores están al tanto de la depauperada situación económica y si son conscientes de que tanta catarata de gasto público se ha de financiar; que no es momento oportuno ni procedente para subir impuestos en 33.000 millones de euros en 2021 como si la economía viajara por el espacio infinito; ni la deuda pública se puede tensar más a golpe de dadivoso dispendio. Tampoco sé si los presupuestadores saben que la EPA sentencia que la tasa de paro es del 16,3%, el doble de la Zona Euro, y que los 3.722.900 parados no incluyen a quienes están en ERTE y el etcétera de cracs que vendrá. Cuando advierto que el gasto público en 2021 rozará los 590.000 millones de euros, observo la grandeza del firmamento y sus estrellas. Miro al universo y pregunto a las galaxias si los españoles podremos pagar impuestos por 450.000 millones en un país con su economía cayendo en forma de I latina mayúscula, cuya sima, hoy, es difícil de visualizar. ¿Tendrán los Nobel de Física la respuesta al agujero negro de nuestro gasto y déficit público, Don Carlos, o quizás Bruselas?