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Carlos Herrera  

 

COPE

La actualidad económica en 'Herrera en COPE' con el profesor Gay de Liébana.

¿Será factible cuadrar las cuentas de la Seguridad Social tal y como se atisban las perspectivas económicas?

En este caso, las de la Seguridad Social, Don Carlos. Para que las cuentas cuadren hay que conseguir el empate entre ingresos y gastos, logrando el anhelado propósito del déficit cero. Ingresos igual a gastos y todos felices. E infelices si los gastos suman más que los ingresos porque las cuentas son insostenibles. Las cuentas de la Seguridad Social preocupan por más que nos digan que no hay problema. Esta semana veremos si las propuestas para la reforma de las pensiones encuentran luz verde. Hoy la deuda de la Seguridad Social ya es de 72.605 millones de euros – en 2015 apenas eran 17.188 millones – y en la hucha de las pensiones solo quedan 1.543 millones testimoniales, cuando en 2011 había 66.815 millones. Desde Bruselas y Washington, año sí, año también, insisten en ajustar el gasto en pensiones, en retrasar la edad de jubilación haciendo coincidir la jubilación efectiva con la legal. Creo que tales exhortaciones de la CE y del FMI nos las seguiremos pasando por el forro.

Y que las cuentas de la Seguridad Social se cuadrarán no por el flanco de los gastos sino por el frente de los ingresos. Más impuestos a las empresas en función de la productividad que se obtenga por avances tecnológicos, más cuotas de los autónomos y destopar las bases máximas de asalariados con rentas altas, que es sinónimo de incrementar cotizaciones, para recaudar más y nutrir el sistema financiero de la Seguridad Social. Porque a pesar de la compleja tesitura del empleo para 2021, la previsión de recaudación de cotizaciones sociales, según el Gobierno, es de 159.000 millones de euros. Y de reajuste de gasto, poco o casi nada, Don Carlos, salvo el de canalizar otras prestaciones que no se consideran exactamente pensiones a que se financien con impuestos. ¿Será factible cuadrar las cuentas de la Seguridad Social tal y como se atisban las perspectivas económicas, Don Carlos?