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La antropología prehistórica y la paleontología humana, son disciplinas que intentan explicar el mundo desde una perspectiva que contribuye a sentirnos los dueños y señores del planeta. Desde la experiencia, de Bienvenido Martínez-Navarro, que lleva casi cuatro décadas trabajando en yacimientos paleontológicos y arqueológicos en todo el mundo, se ha dado cuenta de que hay que sacar ese antropocentrismo que tenemos. Somos una parte más de la naturaleza. No es que se quiera poner filosófico, pero en su último libro: “El sapiens asesino y el ocaso de los neandertales” quiere reflexionar sobre algunas cuestiones que afectan, afectaron y afectarán a nuestra especie, como es la del medioambiente.
Siempre me he dedicado a estudiar los orígenes del hombre, pero al estudiar cómo se extendían las especies, “me di cuenta de que allá donde nuestra especie ha llegado, se ha ido destruyendo el medioambiente”. Escuchar hablar a este antropólogo es casi escuchar nuestra historia “somos la mayor plaga que ha tenido este planeta, somos la misma especie que los Hommo sapiens de origen. Se calcula que hace diez mil años, había escasos habitantes humanos, y hemos crecido hasta 700 millones de personas hasta la Revolución Industrial, y de ahí hemos pasado a 1700 billones de personas, es decir nos hemos multiplicado por más de diez a costa de los recursos del planeta, sin escatimar en nada, primero la mega fauna, la agricultura y después las fuentes energéticas de los combustibles fósiles”.
¿Hasta cuando vamos a llegar? La única ventaja es que por primera vez somos conscientes del daño, y conscientes de que hay que cuidar la naturaleza. En la profesión hay mucho de hipótesis, interpretaciones, y discutirlo todo. “La ventaja es que cada día conocemos un poquito más”. Rentabilizar la energía es crucial, y buscar otras fuentes de energía que se tendrán que buscar fuera del planeta. Es decir, como dice Goyo González en esta entrevista. “A picar piedra”.
A pesar de su título, este libro no es una historia de neandertales, se trata de una breve reflexión sobre el rol que nuestra especie, Homo sapiens, ha jugado en los ecosistemas terrestres desde su advenimiento hace unos pocos cientos de miles de años. En estas páginas se habla del cambio climático como uno de los principales problemas de nuestro planeta en la actualidad y parece que sea una cuestión sobrevenida tras la Revolución Industrial, a causa de la quema desmedida de combustibles fósiles, que ha producido una excesiva liberación de gases de efecto invernadero, hasta provocar la subida de la temperatura global de la atmósfera, amén de la contaminación de la tierra y de los mares.
Sin embargo, esta historia de destrucción de los ecosistemas empezó mucho antes, desde que los primeros sapiens, oriundos de África, comenzaron a multiplicarse demográficamente, a dispersarse y colonizar el resto del mundo. Allá donde nuestra especie ha llegado, en su necesidad creciente de abastecerse de energía, ha sembrado de destrucción el medio ambiente. Los neandertales fueron competidores directos de nuestros antepasados y, por ello, su suerte estaba echada. Fue una lucha entre dos especies que competían por el aprovechamiento de los mismos recursos. Sólo una, la más apta, podía sobrevivir. En aquella ola de extinción, los sapiens agotaron su primera gran fuente de energía: la megafauna (mamuts, rinocerontes lanudos, alces irlandeses, bisontes de la estepa, etc.).
A pesar de nuestro historial destructivo, hemos llegado hasta aquí... aunque en el camino hemos ido agotando el planeta. Nuestra resiliencia y capacidad para reinventarnos parece infinita y sólo el tiempo dirá hasta cuándo. ¿Ha llegado el momento de dejar de jugar a la ruleta rusa como especie y tomar las riendas de nuestro futuro? ¿Hay una perspectiva razonable y viable para nosotros dentro de nuestro planeta? El reputado paleontólogo, Bienvenido Martínez-Navarro nos aporta las claves.
