noticia
 
 
Carlos Herrera  

 

COPE

Enfermera en Munich desde hace 8 años

En los ocho años que lleva trabajando en el Hospital de Munich, Alicia, nunca había vivido algo como esto. Ante la emergencia sanitaria, Alemania desplegó todo el arsenal: equipos de protección, respuesta rápida, camas, respiradores... El Gobierno no escatimó.

A ella la pandemia le pilló de vacaciones, pero inmediatamente se incorporó al trabajo, a uno nuevo, en una unidad nueva dedicada al coronavirus. Asegura que ha sido muy duro. No solo las 12 horas dedicadas al día, sino las otras 12 en casa, pensando en cómo estará pasándolo la familia en España.

Se tuvo que ir porque “España no me ofrecía ninguna oportunidad”. Sin saber alemán y con un curso de 3 meses rápido, emprendió una aventura laboral y vital, y 8 años más tarde le pilló el coronavirus.

Alemania tiene muchos positivos pero a nivel hospitalario están tranquilos: “en la UCI solo hay 7 pacientes”. Cuando empezó todo, Alemania se preparó viendo lo que pasaba en Italia y España. “Se guardaban equipos bajo llave, y en ningún momento me ha pasado nada”. En Munich, con muchas clínicas y hospitales, hubo un pequeño colapso, pero redirigieron sus pacientes a otros hospitales. “Gestionaron muy bien eso”. Tanto es así que en su unidad tuvieron un 100% de supervivencia.

El nivel cultural ha afectado mucho a la incidencia del coronavirus. “No son tan familiares, se independizan rápido, no hay comidas los domingos, y se nota que no hay contacto, son más despegados”. En Alemania se preguntan el por qué de los contagios.

Ante la precariedad que se encontró en nuestro país, Alicia se ha dado cuenta de que España no contrata “porque sacas el trabajo”. Y no es una opción dejar tu puesto aunque el horario haya vencido: “no te puedes ir a casa sin haber terminado un tratamiento”. Aunque ahora solo hay una cosa, por la que Alicia lo dejaría todo: “unas buenas migas manchegas como las que hace mi madre”. Claro, así cualquiera.