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Carlos Herrera  

 

COPE

Jesús Martínez Frías ha dicho en COPE que “no se debe utilizar el término biomarcador a no ser que tengamos evidencias claras e inequívocas de que es algo relacionado con la vida"

Un equipo internacional de científicos ha detectado en las nubes de Venus trazas aparentes de fosfina. Se trata de un gas tóxico, altamente reactivo, inflamable y extremadamente maloliente, que se encuentra, entre otros lugares, en el estiércol de pingüino y en las entrañas de tejones y peces, que puede ser indicativo de la potencial presencia de vida en el planeta.

Los astrónomos han especulado durante décadas con la posible existencia de estos microorganismos en las nubes altas de Venus, los cuales flotarían libres de la superficie abrasadora, pero necesitarían de una muy alta tolerancia a la acidez. La nueva investigación ha sido publicada en la revista Nature Astronomy.

Para esclarecer la investigación, este martes ha sido entrevistado en 'Herrera en COPE' Jesús Martínez Frías, investigador del CSIC y director de la Red Española de Planetología y Astrobiología (REDESPA), que ha dicho que “una cosa es lo que dice el artículo original y otra cómo se ha ofrecido la noticia en algunos titulares, que ha generado algo de consufión”. Y es que, “existe fosfina en las atmósferas de Júpiter y Saturno. En Venus se ha detectado la aparente presencia de fosfina”, pero este marcador “tiene que ser refrendado con futuros estudios”.

En relación a la fosfina, el investigador ha dicho que “no se debe utilizar el término biomarcador a no ser que tengamos evidencias claras e inequívocas de que es algo relacionado con la vida. Tenemos que ser cautos y precavidos en este tipo de temas”. En Marte también se están buscando “indicios de esa huella de vida”, ha señalado.

A este respecto, ha dicho que “el agua no es un biomarcador, pero sí es un marcador de habitabilidad. Puede haber planetas habitables donde la vida no haya emergido y haya evolucionado”, ha esclarecido Martínez-Frías.

Por eso, el científico ha llamado a explorar la presencia de fosfina en Venus “antes de acudir a otras hipótesis”. Lo cierto es que este planeta, que puede verse desde la Tierra, tiene una estructura similar a la del nuestro. Sin embargo, no tiene océanos y su atmósfera es muy pesada, compuesta principalmente por dióxido de carbono. Además, en la superficie tiene una presión atmosférica 92 veces mayor que la de la Tierra, lo que provoca que los humanos no puedan resistir en él.