COPE
La actualidad económica en 'Herrera en COPE' con el profesor Gay de Liébana.
El profesor echa de menos medidas concretas: "Ni reconstrucción económica, ni estímulos que meses atrás se tendrían que haber implementado para este maldito septiembre"
En uno de mis viajes al África Negra, después de recorrer la cautivadora sabana de Masái Mara, embelesados por su fauna y sus incomparables amaneceres con paisajes leoninos, enfilamos hacia el Lago Nakuru, con el singular espectáculo de los flamencos que en él se alimentan. Nos adentrábamos por inhóspitos suelos lacustres. De repente, uno de nosotros pisó arenas movedizas, que, cual película de terror, le iban engullendo. Raudos, nos sacamos los cinturones y ensartándolos, se los acercamos a nuestro amigo para mantenerlo a flote, mientras los rangers, veloces, cogían sus cuerdas y le echaban el lazo, rescatándolo sano y salvo. Minutos de máxima tensión, Don Carlos, que se hicieron eternos ante la tragedia que estábamos viviendo, pero nuestro empeño y la impecable labor de los rangers keniatas salvó al amigo. Después, en el lodge unos lingotazos y respirábamos todos profundamente. Eso es lo que echamos en falta hoy en nuestra economía y en nuestras empresas, Don Carlos, hundidas en arenas movedizas: unos rangers como Dios manda prestos a echar el lazo a la economía productiva a la que las arenas movedizas se están tragando. Ni reconstrucción económica ni reindustrialización, ni estímulos que meses atrás se tendrían que haber implementado para este maldito septiembre. Ni una puñetera solución, Don Carlos
Y entretanto, andamos ocupados con el vestido de la novia para la ceremonia nupcial. Que si así o asá. La cuestión, más ahí de si hay boda, es si hay novia. Eso de hablar de contrarreforma laboral se entiende: lo de contra es inteligible, lo de reforma también, pero lo de laboral en un país en que laborar escasea y el trabajo se torna en recurso exiguo, no es cabal. Más que contrarreformar hay que crear empleo de inmediato, Don Carlos, y sin reconstrucción económica, nada de nada…