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Carlos Herrera  

 

COPE

La actualidad económica en 'Herrera en COPE' con el profesor Gay de Liébana.

Ojo, no confundamos, Don Carlos, que una cosa es medeando y otra un gerundio más o menos sonante… ¿Y qué es medear? Pues, usar MEDE. ¿Y qué es el MEDE? Pues el acrónimo del Mecanismo Europeo de Estabilidad, pieza clave en la estrategia que diseñó la Unión Europea a raíz de la gran crisis financiera de 2008 con el objetivo de garantizar la estabilidad financiera en la zona del euro. Así que el propósito del MEDE es asistir financieramente a los países de la zona euro con dificultades económicas o están en trance de padecerlas.

El MEDE se creó en 2012 cuando Grecia, España, Italia, Portugal, Irlanda sufrían los escozores de la crisis de deuda y la dichosa prima de riesgo se encaramaba a las alturas celestiales, haciendo peligrar a las llamadas economías periféricas, despectivamente conocidas por las siglas PIGS (Portugal, Italia, Grecia, España). El panorama financiero español es abrupto en lo tocante a las cuentas públicas. Los mercados financieros mientras el BCE actúe como santo protector de la deuda pública de ambos países, están más o menos tranquilos, pero andan intranquilos por el rumbo político de España, por el mayor control público de la actividad económica, por lo mal que se gestiona la crisis encarnada en las secuelas económicas de la pandemia. Y, la verdad, Don Carlos, no ven clara la situación de España. Por eso, no es descartable, al punto que desde la Moncloa se ha insinuado, que España recurra al MEDE, que dispone de 240.000 millones de euros para conceder en forma de créditos blandos, aunque, eso sí, sujetos a condicionalidades. Con una deuda pública disparada cual cohete a sobrepasar la cota del 125% del PIB, España, al margen del dinero del virtual fondo de reconstrucción europeo de los 750.000 millones de euros, necesitará el dinerito del MEDE. O sea, Don Carlos, que medeando es remedo suave de rescatando.