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Carlos Herrera  

 

COPE

El cantautor que acaba de escribir un libro de poemas ha dejado su "especial forma" de cantar a la vida en "Herrera en COPE"

Coraza de barro” es el título del primer poemario del cantautor Javier Ruibal que acaba de ver la luz. "Coraza de barro" es un libro de poemas libres, décimas y haikus en los que Ruibal "se desnuda y descubre sus miedos y fobias, esperanzas e incluso manías" dice la crítica.

Y ¿qué dice de su primer libro de poemas, Ruibal? Que "no es lo mismo escribir un poemario que un disco. El disco busca la unión con el oyente. En el poemario casi nunca encuentras lo que buscas, la canción es más de todos y el poema es más de uno" contesta el cantautor a Carlos Herrera este viernes en 'Radio Carlitos'.

Ruibal descarta haber invadido un espacio que no es el suyo al ponerse a escribir poemas, "uno no deja de ser lo que es nunca, la musicalidad de años tras años se tiene que notar, y esa musicalidad, esa rima me han aliviado de escribir versos libres. Se llama "Coraza de barro" porque voy protegido con una finísima capa de barro que se puede romper en cualquier momento. No se trata de meter el gol desde la grada, hay que respetar los gremios, si haces una inclusión en la cocina que el huevo te salga mejor que a Arguiñano".

COMPRAR EL LIBROJavier Ruibal, uno de los cantautores más admirados y lúcidos de nuestra época, reciente ganador del Goya a la mejor canción, nos regala su primer poemario. «Guardaste del daño memoria indeleble por toda defensa, coraza de barro, carne, desgarro y escalofrío». Una disección, un autorretrato de filias y fobias, un pequeño puñado de miedos, unas pocas esperanzas y alguna manía poco saludable. Eso guarda cuidadosamente este libro.

Un conjunto de poemas en los que Javier Ruibal, uno de los artistas más valorados y talentosos de nuestro panorama musical, se desnuda para ordenarse por dentro. Clasificados en una suerte de metáfora de ritmos y fórmulas musicales, el autor nos regala poemas libres, décimas y haikus que hablan de amor, del paso del tiempo y del encuentro con uno mismo en la vida y en el arte, dejando también un pequeño lugar para el humor y la sorna.