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Carlos Herrera  

Hoy vamos del mejor equipo del mundo: El Real Madrid. Por fin !!!

COPE

La actualidad económica en 'Herrera en COPE' con el profesor Gay de Liébana.

Cuando se habla de la reconstrucción económica y social de España como consecuencia del shock del coronavirus, voy insistiendo, un día sí y al siguiente también, Don Carlos, en la necesidad de recuperar el espíritu de aquellos Planes de Desarrollo Económico y Social que sucedieron al Plan de Estabilización de 1959, cuyos inspiradores fueron pesos pesados de la economía española en aquellos tiempos: Enrique Fuentes Quintana, Alberto Ullastres, Mariano Navarro Rubio y Joan Sardá. Aquellos Planes abarcaron el periodo 1964-1974 y tuvieron a Laureano López-Rodó como máximo exponente y valedor de la política económica española de los años 60, que sin duda marcaron el progreso de nuestro país y una acentuada orientación por la industria acompañada de los primeros aldabonazos del descubrimiento del sector turístico, y al profesor Fabian Estapé como hombre fuerte. Fue época de tecnócratas, Don Carlos, que supieron imprimir frescura y apertura económica a una España autárquica.

¿Qué aportaron esos planes de desarrollo? Cambiaron la faz de nuestra economía, dotándola de recio crecimiento. Entre otras cosas, promovieron aquellos polos de desarrollo y promoción industrial que impulsaron zonas concretas en pos de reducir desequilibrios regionales, mejorando la agricultura, potenciando la industria y repoblando determinados lugares de nuestra geografía, atrayendo inversión extranjera aquende. Aún perduran aquellos polos de desarrollo, como Valladolid y Vigo, con el sector automovilístico, Puertollano con la refinería, Murcia, La Coruña, Zaragoza, Sevilla, Burgos, Huelva… Ahora, en esta disyuntiva en la que nos encontramos, apelar al espíritu de aquellos Planes de Desarrollo Económico y Social, constituiría una fuente de inspiración, Don Carlos