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Carlos Herrera  

Hoy vamos del CUEVAS CF. Oiga, y a mucha honra

COPE

El economista avisa de que el empobrecimiento de la población, pequeños empresarios, autónomos y trabajadores se agudiza

La economía española cada vez más parece una pira funeraria. Y cada vez que algún miembro, o miembra, del gobierno habla, no solo suelta una patada despiadada a la economía española, sino que enciende la mecha para que el fuego prenda la pira de nuestra economía. Da la impresión que, desde las esferas gubernamentales, se quiere arrasar nuestra economía productiva, conduciendo a la bancarrota a empresas y autónomos, haciendo que todo quisque viva subsidiado por el Estado y desembocando, no en una economía intervenida, como ahora, sino en una economía sovietizada.

¿Qué es sino derogar la reforma laboral y dar pábulo al paro a mansalva? Los avales del Estado a las empresas no fluyen… Dinero de ERTEs que no llega. El empobrecimiento de la población, pequeños empresarios, autónomos y trabajadores, se agudiza. Montes de piedad con actividad frenética por la avalancha de empeños, a cambio de un préstamo. Colas del hambre en la España de la Unión Europea y de la Zona Euro. Al sector turístico se le humilla: cuarentena, que si es un sector deplorable… Ni una sola ayuda a un sector, el turístico, que da empleo a casi tres millones de personas y mueve 170.000 millones de euros, actuando como tractor de nuestra economía. A la hostelería se la envía al paredón. Al comercio se le prohíbe hacer rebajas, hundiéndolo en la miseria. Se investiga a agricultores por esclavitud y malos tratos. Y aun cuando la empresa agonice, se prohíbe despedir.

El intervencionismo de la economía española, negando el pan y la sal a nuestras empresas, es absoluto. De remate, subidas de impuestos, en pleno desplome económico, para dar la puntilla. Pero ahí está la docilidad de los españoles que aguantan estoicamente, sin rechistar. El silencio de los corderos, y España que cae al más profundo de los abismos.