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Carlos Herrera  

 

COPE

El economista hace un repaso a lo que supone el desmesurado gasto público que tiene España

Por gasto público, que no quede… Aquí de lo que se trata es de darle al manubrio del gasto público sin cesar, que la vida es fanfarria, sobre todo, si pagan otros. Que ya se sabe que el déficit público no es de nadie pero que la deuda pública sí es de todos, aunque causada por los desmanes de solo unos cuantos que, luego, se van de rositas a sus casas y se quedan ahí con pensiones vitalicias a costa de los paganos, que somos la plebe.

De 2017 a 2019, el gasto público pasó de 478.000 millones de euros a 522.000 millones, o sea, que aumentó en 44.000 millones de euros, aunque eso sí los ingresos, con los impuestos y cotizaciones sociales jugando fuerte, crecieron prácticamente lo mismo. Ergo, succionamos más a los que curran en pro de la cacareada redistribución de la renta y la riqueza.

¿Cómo se reparte el gasto público en 2019? Pues, las Comunidades Autónomas gastaron 192.000 millones de euros – 18.000 millones más que en 2017 -; las Corporaciones Locales gastaron 73.000 millones – 5.000 millones más que dos años atrás -, pero acá nada que decir, porque nuestros ayuntamientos saldan con superávit de 3.800 millones sus cuentas; y, desde luego, el festival de mayor gasto y en cascada que fluye con soltura es el de la Seguridad Social que en 2019 gastó 183.000 millones de euros, también 18.000 millones más que en 2017, aun cuando el número de pensionistas de 2017 a 2019 ha crecido en 192.000.

Y sin ánimo de llamar al mal tiempo, solo indicar que en abril el ratio de afiliados ocupados de la Seguridad Social sobre pensionistas cae a 2,06… Atentos al dato.