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Carlos Herrera  

Hoy vamos del Albacete

COPE

La actualidad económica en 'Herrera en COPE' con el profesor Gay de Liébana.

Los jinetes del apocalipsis cabalgan de nuevo: déficit fiscal y deuda pública. Ni estabilidad, ni presupuestos, ni elucubraciones celestiales. Mordemos el polvo, Don Carlos. Si las crisis de 2008 fue una crisis causada por ligerezas crediticias del sistema financiero tanto aquende como allende, con un foco muy centrado en el sector inmobiliario y en las hipotecas subprime y especímenes similares, la crisis de 2020 tiene peores visos. Es una crisis de las cuentas públicas, de las finanzas del Estado, de la insolvencia de la España estatal que arrastra consigo a la economía productiva y aniquila a parte del tejido empresarial. No es descabellado afirmar que está preocupando tanto la Covid-19 como el shock económico y los aldabonazos de crisis.

Que nuestro déficit público se sitúe en el 9,5% del PIB en 2020 y que en 2021 pueda ser del 6,7%, cuando menos, es un golpe muy duro. Hablamos de más de 100.000 millones de euros que se perderán en 2020 y de más de 70.000 millones de euros en 2021, es decir, que entre este año y el próximo sumaremos más de 170.000 millones de euros de mayor déficit que acumulado a los 821.000 millones cosechados desde 2008 hasta 2019, totaliza un montante deficitario de la España del siglo XXI de ¡un billón de euros, casi todo el PIB que somos capaces de producir en un año! Y eso que España es el país que menos gasto público destina a ayudar a sus empresas y luchar contra la Covid-19: 1,2% del PIB, o sea, apenas 17.000 millones de euros a diferencia de otros países como Australia, que destina el 10,6%; Japón, 10%; EE.UU, 6,9% o Alemania, 4,4%. Y la deuda pública, Don Carlos, rondará al acabar 2020 la friolera de 1,3 billones de euros. O el Capitán Trueno nos salva, Don Carlos, o nuestra suerte está echada a las fieras que nos devorarán…