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Carlos Herrera  

 

COPE

Paco Robles presenta su libro "Frikis de Capirote" sobre los frikis de capirote, y los costalelos

Dice Herrera que hace un “porrón de años” no conocía a Francisco Robles, pero si una publicación que puso patas arriba la sociedad de Sevilla: Se llamaba “Tontos de capirote” que no era un alegato anti Semana Santa como algunos pensaron. No. Retrataba perfectamente a un montón de tontos, de la tertulia, del trípode, de la torrija... y se identificó con 5 o 6 de esos tontos.

Así se conocieron Carlos Herrera y Francisco Robles. Ahora es protagonista en la segunda entrega “Frikis de capirote”. Robles dice que se les identifica rápido a los tontos o a los frikis. “Me decidió a escribirlo cuando iba por Sevilla y se me pone al lado un friki con el coche a todo trapo, el tío me reconoce y me grita”.

El perfil de Carlos es el friki del incienso, “lo escribí en plan de broma lo de la cata de inciensos, y veo en mi edificio que el portero pone inciensos distintos”. El friki de los Pregones, es otro perfil nuevo al que Robles se ha enganchado. “Un pregón te lo da cualquiera, y hay un friki que ha dado más pregones que años tiene”.

Hay un cartel en un bar de Sevilla “tengo los botellines más fríos que los tobillos de un modernito”, y bien merece el Nobel de literatura dice Robles. Son un tipo de frikis que dice que son “los besamanos, que van a criticar”. Pero compiten con el “friki del Domingo de Ramos”, “el que espera ese domingo para pegarse unos arrimones...”. El “friki del Costero”, es el coreógrafo cofrade. El “friki de las medallas”, existe, que tiene todas las medallas de la cofradía y sale con siete medallas al día. El “friki de la música grabada”, que va con una pértiga detrás de los pasos, con un chaleco “que parece de la guerra de Bosnia y que lo graba todo”. También está el “friki petaíto”, o el “del comunicado”, el “del ensayo”. La lista no termina.

Son historias reales que cuenta Paco Robles, de esos personajes peculiares que están muy presenten en la Semana Santa de Sevilla, aunque si creen haberlos visto en otra ciudad, párense a pensar, porque ya saben que cualquier parecido con la realidad, seguramente no sea coincidencia.

COMPRAR EL LIBROEn el principio fueron el tonto de capirote. Este espécimen salió de la penumbra hace casi un cuarto de siglo. y al parecer acaba de tener una salida extraordinaria -vulgo reedición-. Aquellos entrañables tontos son una reliquia en la ciudad donde han tomado el mando sus sucesores: los frikis de capirote. La diferencia entre los unos y los otros está clara. El tonto vive su tontura hacia dentro.

Apenas la muestra, y cuando lo hace, se sitúa detrás de la pantalla de la timidez. En cambio, el friki de capirote es el resultado de nuestra época. Sobre todo, si tenemos en cuenta que ahora somos dueños y señores, a la vez que esclavos, de esa pantalla y su maraña de redes, pitidos y luces. Cámaras, selfies, redes sociales, grupos... han mutado al tonto en friki. Definitivamente... ¿o no?

COMPRAR EL LIBROTontos de Capirote es un análisis irónico de los tipos que pululan alrededor de la Semana Santa. A lo largo de este catálogo de maniáticos semanasanteros, el lector podrá reconocer actitudes y comportamientos de quienes le rodean. O de sí mismo, porque en este libro estamos todos retratados, empezando por el autor. Nunca nadie hasta ahora había hecho pasar por el laberinto de los espejos a los capillitas, a quienes la mala literatura había dibujado como individuos inmunes, sin mancha, con pasaje directo a la gloria.

Por las páginas de Tontos de Capirote fluye ese mundo contradictorio de la Semana Santa: la ternura, la ironía, las pasiones que nublan el entendimiento para que nazca la tontura. Este libro, que ya es un testimonio literario de su época, ha sido calificado por Antonio Burgos como "saludable obra, tan llena de gracia y del mejor humor".