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Carlos Herrera  

La historia del día en 'Herrera en COPE' 

COPE

 Esta es la historia de una mujer de película. Brillante. Visionaria.

Su nombre es Katherine Johnson y el sino de su vida... ser una de las matemáticas que llevó a la humanidad hasta la Luna.

Esta afroamericana nació en Virginia Occidental. En una época marcada por la segregación racial. Por eso su camino hasta convertirse en una de las científicas más reputadas de aquellos años no fue fácil. Pero su talento se impuso a todo lo demás.

 

Katherine Johnson trabajando en la NASA

Con tan sólo 14 años ya estaba sentada en un pupitre de la universidad. Porque Katherine Johnson pensaba en números: contaba los pasos que daba cada día. Las páginas del libro que pasaba. Los coches que se cruzaba. Las ovejas antes de dormir. Su obsesión con las matemáticas no tenía fin. Sumaba, sumaba y sumaba...

 

Katherine Johnson con la Medalla Presidencial de la Libertad, que le entregó Obama el 24 de noviembre de 2015

Por eso, en cuanto se enteró de que la NASA buscaba matemáticas, se presentó. Y la cogieron, claro. Allí, sus jefes se fiaban más de ella que de los ordenadores. También los astronautas. Quedó claro con el alegato a su brillantez que le dedicó John Glenn, el primer americano en orbitar sobre la tierra después de que Katherine comprobara unos datos que ofrecía la computadora sobre la misión:

-¡Si ella dice que son buenos, entonces estoy listo para partir!-, aseguró el astronauta en 1962.

Katherine calculaba a mano las trayectorias de los cohetes. Y las dibujaba sobre papel cuadriculado. Así fue como precisó el lugar de la Luna sobre el que aterrizó el Apolo XI en 1969.

 

Katherine Johnson con Caroline Waterlow y Ezra Edelman, ganadores del premio a la Mejor Película Documental por 'OJ: Made in America’