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Carlos Herrera  
Diez Minutos, 1 de junio de 2006
La gran pasarela del Mundial

Los aficionados al fútbol tenemos por delante nuestra gran bacanal. Nada hay como un Mundial para disfrutar y hartarse de lo mejor que se despacha en balompié. Nada. Ni Juegos Olímpicos ni nada parecido.
Los que somos profesionales del televisor y el vaso de whisky o la jarra de cerveza lo pasamos de lo lindo durante unas semanas a las que, afortunadamente, cada vez se incorporan más mujeres y de las que suelen quedar en la retina de los días partidos y jugadores inolvidables.

Como sabemos, sólo gana uno, con lo que es más que probable que la felicidad no sea completa, pero, aun así, disfrutaremos con partidos teóricamente indiferentes: siempre aconsejo a los menos apasionados “hacerse” inmediatamente de uno de los dos que juegan, por muy lejanos que nos sean.

Efectivamente, con pasión el fútbol se vive mucho mejor. Un encuentro entre Túnez y Angola, pongamos por caso, tiene interés si nos identificamos con aquel que nos caiga mejor, que sea más débil o que vista de manera más llamativa.

Y con los nuestros, a muerte, aunque sean unos petardos, que no es el caso. España está en un grupo teóricamente accesible  –aunque, ojito con los enemigos pequeños–, y puede pasar a una ronda posterior en la que encontrarse con los temibles.

Entonces será cuando el país se paralice durante unas horas para ver a unos hombres que no sé si se lo creen lo suficiente, pero que no deberían ignorar que no todo son primas, contratos y clubs privados. Supongo que, como casi siempre, nos quedaremos en el camino, y que haremos, fundamentalmente, sombra; pero no está mal soñar.

Alrededor de todos ellos, de todos los deportistas del mundo, se moverá, como cada cuatro años, un escenario de pasiones, modas, personajes fatuos, ídolos pasados, buscavidas, guaperas, petardos y triunfadores que serán debidamente retratados por todos.

No siendo DIEZ MINUTOS una publicación deportiva no pasará por alto el evento espectacular. No busquen aquí la foto del mejor gol de octavos de final, pero sí cualquiera de aquellos detalles que hacen de esta cita una especie de pasarela: muchos de los futbolistas participantes están a diario en la crónica social, bien sea por
haber enamorado a fulanita o por estar aturdido por menganita.

A Ronaldo se le conoce tanto por su toque letal como por sus fiestas, y a Beckham, ni les cuento. Ya se ha establecido, por cierto, una lista de los más guapos del campeonato. Igual por ahí ganamos algo. Estén atentos a cómo unos meten la pelota, y otros, la pata.