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Carlos Herrera  
Diez Minutos, 8 de septiembre de 2005
Consuelo para Nueva Orleans

La costa de Lousiana no era la más hermosa del Golfo de México, como la de Alabama. Pero sí la de Mississippi, corta lengua de playa con poblaciones bellas y tranquilas, de puertos deportivos y parajes quietos y soleados.

Biloxi fue --así habrá que decirlo-- una ciudad turística llena de barcos y casinos que viene a representar lo que digo.

Hoy, como Gulfport, como Waveland, como su vecina Mobile, es un campo arrasado por el viento y el agua, con muertos por enterrar y supervivientes por consolar.
 
Nueva Orleans, que sin haber estado en el ojo del huracán sí ha sufrido sus consecuencias por haberse desplomado los diques que la aislaban del río y del lago, es la síntesis exacta de la desgracia.

Y hace que nos preguntemos si será capaz de volver a ser algún día la ciudad que fue, si será capaz de olvidar a sus lugareños atrapados por la falta de coordinación de las autoridades y la vileza de los delincuentes. Demasiado infierno para una sola vez.

Reconstruir la fachada norteamericana al mar del sudeste que acabo de visitar este verano costará un esfuerzo incalculable.

Hollywood, entre otros, se ha puesto en marcha como síntesis de sociedad civil: galas, programas especiales y subastas comienzan a surgir con la participación de no pocos artistas originarios de la zona.

Otros, como Leonardo DiCaprio ya han anunciado su participación en especiales de televisión que esperan canalizar a través de Cruz Roja millones de dólares para calmar las heridas del profundo sur estadounidense.

El actor Morgan Freeman ya ha confirmado que protagonizará una gran subasta cibernética que recaudará fondos, de la misma manera que Jerry Lewis dedicará su popular maratón televisivo a los damnificados de Lousiana, Alabama y Mississippi.

Quién sabe si en alguno de estos especiales intervendrá el fascinante Fats Domino, pionero del rock y del blues, al que se daba por desaparecido tras el derrumbe de Nueva Orleans pero que ha sido encontrado sano y salvo.

No pocas producciones cinematográficas han sido paralizadas: se rodaban en Lousiana varias series y películas --entre otras, el “Deja Vu” que Disney filmaba con Denzel Washington y “The Guardian” con Kevin Costner--.

Incluso se ha visto afectada “Miami Vice”, que se rodaba en la Florida.
Ya se habla de quién será el primero que se atreva a llevar al celuloide la historia de pánico y horror vivida a lo largo de estos días.

Se hará, antes o después, y quizá entonces la comprendan del todo muchos de los que ahora todavía no alcanzan a valorar la magnitud de esta barbaridad.

God Bless América, de nuevo.